Con el curso 1972-73, se inauguraba en Palencia un nuevo Instituto, llamado en un primer momento Mixto número 2, y conocido popularmente como “el nuevo” por oposición al Jorge Manrique “de toda la vida”, “el viejo”.
Al poco tiempo pasó a llamarse oficialmente Alonso Berruguete, en disputa con otros nombres de palentinos célebres, entre los que se consideró el de Victorio Macho, que más tarde daría nombre l tercer Instituto de la ciudad. Pero la gente siguió refiriéndose a él como “el nuevo”, aunque poco a poco iba dejando de serlo.
Han pasado pues 35 años. Mucho y poco según se mire. Desde luego, ninguno de los actuales alumnos y alumnas había nacido por aquellas fechas. Los profesores me temo que sí.
Al acto oficial de apertura del Curso acudió el “todo Palencia” político, religioso, social y cultural: Por supuesto, el Obispo, el Alcalde, el Gobernador Civil... pero también otras muchas personalidades, cuyos cargos resultan hoy desconocidos para los más jóvenes. Por ejemplo, el Jefe Provincial del Movimiento (cargo que desempeñaba el propio Gobernador Civil), la Delegada Provincial de la Sección Femenina, el Presidente del Sindicato (vertical se debería añadir) de la Enseñanza...
Por entonces una reforma educativa estaba en marcha. Se impartían los últimos años del antiguo Bachillerato (Elemental y Superior) y se incorporaba gradualmente los nuevos estudios del Bachillerato Unificado y Polivalente. Posteriormente llegaría la ESO (Educación Secundaria Obligatoria).
Hace 35 años, el honor de dictar la lección inaugural del curso le fue concedido a la que iba a ser primera directora del nuevo Centro, doña Luisa J. González Hurtado. Con el título de “Ciencia y Sociedad”, habló sobre los peligros a que lleva el sometimiento de la Ciencia a intereses políticos y económicos, y terminaba recomendando sustituir estos principios, “por los que se rige el hombre de la actualidad”, -decía- por otros más desinteresados.
En fin, la noticia de la inauguración del nuevo Instituto mereció una primera página – además de una reseña en el interior- con fotos y todo, en el Diario-Día del 19 de septiembre de 1972. En ella se describía el nuevo Centro como un edificio de “líneas modernas”, de “silueta actual y geométrica”, capaz de atender a 1300 alumnos, (prácticamente el doble que este curso 2013-14), y que había supuesto un coste total de unos 25 millones de pesetas (150000 euros).
Las autoridades recorrieron las diversas dependencias del Instituto del que recibieron “una grata impresión”.
¡Ojalá esta grata impresión sea lo que el Centro siga dejando en cada uno de los que diariamente acudimos a él!